domingo, octubre 09, 2011

Conmemoran hallazgo de cuerpos de liceanas


Familiares, vecinos y amigos se reunieron en el mausoleo “Reinas de la Pampa” para conmemoran con un oficio religioso el décimo aniversario del hallazgo de los cuerpos de las liceanas asesinadas en Alto Hospicio entre 1998 y 2001.
A la cita de carácter abierto no llegó ninguna autoridad y a las familias las acompañó el obispo de Iquique, monseñor Marco Antonio Ordenes, y la sicóloga de la Fundación Amparo y Justicia, Yazna Guerrero.
Monseñor oró por las jóvenes y por el perdón, reconociendo que el dolor de las madres es indescriptible y “que sólo cuando el dolor se teje con la esperanza es posible vivir”.
La veintena de personas cantaron, oraron y se dieron la paz con emotivos abrazos, para después secar sus lágrimas y cada uno de los asistentes recibió un prendedor rosa y blanco que indicaba: “Su ausencia ha dejado un inmenso vacío. Para los que las queremos no dejarán de existir jamás”.
Natividad Moena, madre de Viviana Garay, llegó al lugar y señala que pasa con licencia médica por depresión y nunca ha superado el trauma, pese a que se apoya con las otras familias. Criticó que “todas las autoridades desaparecieron y se olvidaron del tema. Los únicos que siguen con nosotros son los de la Fundación Amparo y Justicia”.
Patricia Jabré, madre de Macarena Sánchez, junto a Debora Tapia, madre de Graciela Sarabia, piden que el sicópata Julio Pérez regrese a la cárcel de Alta Seguridad de Arica. Se quejan que al trasladarlo a Colina, en Santiago, el sujeto es beneficiado y además comparte con otros internos e incluso juega hasta la pelota: “lo deben mantener preso, solo y con una ventana que mire al desierto para que todos los días se acuerde de lo que hizo”.
El padre de Macarena, Juan Sánchez, considera que sólo con la muerte de Julio Pérez podrán cerrar el ciclo de dolor e hizo un llamado a reinstaurar la pena de muerte porque estima que es la única forma de intimidar a los delincuentes, “porque después aprenden el sistema carcelario y empiezan a ganar beneficios”.
Magaly Lefno, madre de Ivonne Carrillo, asegura que le queda poco tiempo de vida y lo único que desea es ver frente a frente a Pérez para que le cuente lo que pasó. Ella ayer llegó a las 7 de la mañana al mausoleo para limpiarlo, puesto que en las noches el lugar es usado como dormitorio por antisociales y lo ensucian. Debido a lo anterior, en los próximos días instalarán una reja.





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