Aumento de los delitos violentos

La Primera Región registra uno de los peores índices en materia de seguridad ciudadana. Prueba de ello son los resultados de las últimas dos versiones de la Encuesta Nacional Urbana de Seguridad Ciudadana (ENUSC), donde lideramos los índices de victimización.
Si bien en la región bajó de 46,8 a 44,2  puntos en la última versión del citado estudio,  las cifras comunales indican que en Iquique se pasó de 52,8 a 42,7 y Alto Hospicio de 34,2 a 47,6.
Carabineros, la PDI y el gobierno, a través de sus distintos servicios públicos,  impulsan una serie de programas e iniciativas tendientes a devolver la seguridad a las calles. Sin embargo, en el último período se registra una readecuación de la criminalidad, puesto que si bien los hurtos y robos van en descenso, habría un aumento en los delitos violentos.
Prueba de lo anterior son los asaltos a mano armada que han sufrido distintos negocios, que van desde pizzerías a oficinas de cobranza, pasando por una serie de personas baleadas e incluso asesinadas por venganza o temas relacionados con la droga.
Uno de los hechos más impactantes en estas nuevas formas de criminalidad fue, por citar sólo uno, el robo de 350 kilos de droga desde las oficinas del Servicio de Salud.
Los expertos en seguridad podrán tener distintas lecturas, pero lo cierto es que la opinión pública percibe con temor estos grados de violencia que se ven reflejados en homicidios y en el ya casi habitual uso de armas.
Hace poco se encontró un cuerpo calcinado en el cerro Dragón y en Alto Hospicio los vecinos están aburridos de las balaceras. De hecho, en el servicio de urgencia reciben en forma frecuente a personas heridas en sus piernas o estómago, lo cual tiene un significado en el mundo del hampa.
El Plan Frontera Norte y sus inversiones está en plena instalación y estas nuevas variables deberían ser incorporadas, puesto que hay un grado de violencia y códigos que no eran habituales. Hay que frenar de raíz estas conductas y a las organizaciones criminales relacionadas, especialmente, con la droga. No podemos permitir que la violencia y otros fenómenos ganen espacios.